martes, 23 de febrero de 2010

Capitulo uno: Tika

Capítulo I: Por ahora vamos con una catarsis acerca de una vida mal llevada, poco controlada y sin razón para comprender o dilucidar dirección alguna.

No sé exactamente en qué momento comenzó todo esto. Fue en algún momento de miseria en mis días porteños, seguro. Algo me hacía sentir que me encontraba sin un suelo firme en donde caminar o correr si me daba la gana, cosa que siempre quise con gran ímpetu. Ya no sabía hacia dónde correr o para qué… y entonces, esa pregunta comencé a planteármela en el momento en que el destino se convirtió en un problema y el futuro en el cual se encontraba aquel destino se hizo presente. Había llegado a mí sin saber qué hacer, el tiempo se había convertido en mi enemigo, ya no quería mirar mi reloj, no quería levantarme, odiaba la hora del muerto más que nunca, odiaba terminar las citas... y así llegaron los 30. La edad en la que se producen todas las preguntas acerca del tiempo, acerca de cómo han pasado esos años, esas preguntas acerca de si realmente soy grande o si no he crecido aun y no estoy preparada para la supervivencia, la independencia y la capacidad de disfrutar la vida sin llorar por lo difícil que es.

Algunas preguntas me las respondí otras no. Después llegaron otras preguntas, otras personas, poco trabajo y muchas respuestas. De pronto sentí que la vida pasaba sólo en Colombia ya que había nacido mi sobrina, nueva integrante, mayor prueba de la evolución, del crecimiento y la labor. Compré un tiquete a Colombia para viajar 8 meses después y reconocer lo que había dejado. Esos meses pasaron casi sin darme cuenta. En esos meses talvez no procuré acercarme en lo más mínimo a mi destino; sólo a Colombia y en realidad no sabía qué haría o si volvería a Buenos Aires. Para mí había acabado casi todo lo que había ido a hacer.

Una vez aquí, efectivamente, sentí que había vuelto a mi hogar, sentí que me encontraba en el lugar que tanto extrañaba, que había vuelto a sentirme amada y que eso, potencialmente podía lograr encontrar de nuevo mi destino. Durante unas semanas sentí que el tiempo estaba correctamente administrado para mí, que estaba aprovechando la vida y la presencia de quienes amo.

Llegaron los 31 y con ellos la dura realidad de un comienzo en mi historia financiera que no puedo sostener, de decisiones trascendentales acerca de caminos para tomar. Si, esas cosas que hacen los adultos, acerca de tomar decisiones y salir invictos con ellas. Volver a la vida que tanto me incomodaba y seguir con un proyecto que emprendí dos años antes o cambiar mi camino y buscar enderezar mi huérfana y triste economía. Claro, la segunda opción fue la más madura además de creer que si me encontraba con las personas que amaba, sería más fácil encontrar un camino que me ayudara a llegar a mi destino, aun desconocido.

1 comentario:

  1. No es fácil expresar lo que se tiene adentro y no por que sea difícil en verdad, o raro, o
    demasiado complejo o que se yo...
    creo que no es fácil es por que la gente se monto en una película traída de los cabellos y que es piel para muchos, en la que todos están bien, todos están perfectamente bien, todos están centrados, todos saben lo que quieren sin un ápice de duda, manejan con habilidad de mago sus emociones , son perfectamente invulnerables...todos son fuertes, muy fuertes e invulnerables...

    Cuando escucho hablar a alguien así , no puedo evitar pensar que no hay un síntoma mas
    contundente de que la verdad , es que tal vez eso sea todo lo contrario y como un niña que no se acerca a la persona que le produce desconfianza, huyo al instante, como si la mentira fuera tan evidente , que ya no puedo ni mirar a la persona a los ojos...

    Hablar de lo que ocurre adentro, de los miedos, las dudas, las desdichas, las
    inseguridades de cada día, me resulta un acto sumamente valiente, sumamente valioso, sumamente real y hermoso...y me hace ver, como pocas veces ocurre en el cotidiano de los días, de la vida, que existen seres a quienes se puede mirar a los ojos, de que existe eso llamado humanidad, tal como es, en su cruda y hermosa esencia, en la profundidad de su esencia , en la terrible fragilidad de su esencia..

    Me gusto leerla, leer sus líneas ...
    leerme en sus palabras y encontrarme también ahí, en un perfecto acto de crecimiento y catarsis ...
    y siento aquí si cabe la palabra perfecto..

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